domingo, 1 de mayo de 2011

Chistes muy divertidos de suegras

Durante sus vacaciones y mientras estaban visitando Jerusalém, Rosa la suegra de George murió.
Con los certificados de defunción en la mano, George fue a la oficina del Consulado Americano para hacer los arreglos para enviar el cuerpo de nuevo a su país para un entierro digno.
El cónsul, después de enterarse de la muerte de la suegra le dijo a George que el envío de un cuerpo de nuevo a su país para el entierro era muy, pero muy caro. Que podría costar hasta $ 5,000.00.
El cónsul le comenta que, en la mayoría de los casos la persona responsable de los restos normalmente decide enterrar el cuerpo aquí y eso sólo sería de un costo de $ 150.00.
George lo piensa por algún tiempo y responde: "No me importa cuánto cuesta enviar el cuerpo de nuevo, eso es lo que quiero hacer."
El cónsul, después de oír esto, dice, "Usted debe haber amado mucho a la madre de su esposa para que no le importe la diferencia de precio."
"No, no es eso", dice George. "Usted ve, yo sé de un caso hace años de una persona que fue enterrada aquí, en Jerusalén y al tercer día se levantó de entre los muertos! No puedo correr ese riesgo
Un joven de Dublín llega a casa muy contento para contarle a su madre que está enamorado y que va a casarse. Él dice a su madre: "Sólo por diversión, Ma, voy a traer a tres mujeres y tienes que tratar de adivinar con cuál me voy a casar".
La madre está de acuerdo, por lo que al día siguiente él lleva a tres hermosas jóvenes y se sienta en el sofá a charlar un rato. Luego dice: "Bien, bien Ma, supongo que sabrás con quien me voy a casar".
De inmediato responde: "Con la que está en el centro."
"Eso es increíble, Ma. Tienes razón. ¿Cómo lo supiste?"
"No me gusta."

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