miércoles, 11 de noviembre de 2009

chistes para divertirse un rato


Premio de transito

El otro día iba yo, que soy de Lepe, conduciendo por la autopista con mi esposa, mi niña y mi suegra. A los pocos kilómetros ví que la Guardia Civil nos seguía.
Obviamente no pensé que nos siguieran a nosotros… no tenían muchos motivos…
El caso es que después de varios kilómetros me cansé de tenerlos detrás, y cuando iba a acelerar para perderlos, me adelantaron, y con un gesto me indicaron que parara :
- Buenos días.
- Buenos días agente. ¿Qué se le ofrece?
- Pues mire, es que la DGT (Dirección Gral. de Tráfico) ha establecido un premio de un apartamento en Torrevieja (Alicante), una comida en un buen restaurante y 1.000 Euros para el mejor conductor del año, y hemos decidido dárselo a Vd. después de observarlo durante este trayecto.
- Bueno pues… ¡muchas gracias…!
- Nada, nada, que lo disfrute! y… ¿qué piensa hacer con el dinero?
- Pues no sería mala idea sacarme el carnet de conducir.
Y dijo mi mujer:
- No le haga Vd. caso, que cuando está borracho no sabe lo que dice
Y mi niña:
- Papi, estos tíos son los que tú siempre dices que son unos maricones de mierda… ¿no?
Y dijo mi suegra, medio sorda la pobre:
- Ya nos hemos metido en un jaleo… ¬¡Ya decía yo que con un coche robado no llegaríamos muy lejos! ..... PLAFF

Ladrones

Eran 3 hermanos; 2 de ellos ladrones profesionales que decidieron llevarse al hermano pequeño, un poco retrasado para ver como se desenvolvía al robar en una tienda de animales, con la mala suerte que alguien avisó a la policía y en menos de 2 minutos se plantaron allí los agentes de la ley. Con lo que solo les quedó la opción de esconderse dentro de unos sacos vacios que había por allí.
El policía pasa al lado de un saco y le pega una patada, a lo que el primer ladrón para disimular dice:
- Miiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaaaaauuuu
El policía creyendo que es un gato lo deja y va hacia el segundo saco al que le propina otra patada y se oye:
- Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
El policía creyendo que podría ser una serpiente se aparta y se dirije al tercero en el que se encontraba el hermano retrasado, al que propina otra patada y se oye:
- Patatas!!


Confesiones

Una señorita va a la iglesia a confesarse:
- Perdoneme padre porque he pecado,dice la tipa.
- Bueno hija, cuentame tus pecados.Le responde el cura.
- El otro día estaba caminando por la calle cuando me encontré con un viejo amigo. Fuimos a tomar un café, empezamos a charlar, fuimos a su apartamento e hicimos el amor. Y como yo soy tan FRUGIL…
- Frágil, hija, se dice frágil. Interpone el padre.
- Bueno, al día siguiente estaba sentada en la plaza cuando de repente se aparece otro amigo. Empezamos a charlar y despues terminamos en mi apartamento e hicimos el amor. Y como yo soy tan FRUGIL…
- Frágil, hija, frágil. Dice otra vez el cura.
- Y ayer estaba con mis amigas cuando se apareció mi novio. Empezamos a conversar, y despues fuimos a su apartamento y como yo soy tan, ay cual es esa palabra, padre?
- Puta, hija, puta.


El hambre

Espero que nadie se sienta ofendido con este chiste, es más, con la actual situación de crisis mundial qué mejor que poner un toque de humor al asunto!
Una familia desempleada desde que empezó el “periodo de recesión” y ya no les quedaba nada de comer. Una noche de frío invierno, estaban todos alrededor del fuego, esperando que saltara una chispa para meterse algo caliente en la boca. El padre, espatarrado para calentarse bien, no se percató de que por un agujero que tenía en la entrepierna del pantalón le asomaba algo; el niño pequeño pregunta:
- ¿Papá, que es eso?
El padre se da cuenta y responde:
- Eso son los cojones niño.
La madre muy asustada le dice:
-¡ Vaya manera de hablar que tienes al pobre niño, podrías ser más educado. !
El padre:
- ¿Qué quieres, que le diga que son los huevos, y con el hambre que tiene se los coma?


El engaño

Un hombre estaba sentado tranquilo, leyendo el periódico, cuando su mujer, furiosa, llega de la cocina y le salpica una hostia con una sartén que casi le revienta la cabeza.
- ¡Por Dios! ¿Pero, qué coño te pasa?
- ¡¡¡Es por el papelito que encontré en el bolsillo de tu pantalón, cabrón, con el nombre de “Marylou” y un número!!!
- Joder, cariño… ¿te acuerdas del día que fui a los caballos? Pues Marylou era el caballo al que aposté, y el número es cuánto estaban pagando por la apuesta.
Satisfecha, la mujer se retiró pidiéndole disculpas.
Días después, estaba él nuevamente sentado tranquilo, cuando recibe otra soberana hostia, pero esta vez con la olla a presión.
Aturdido y cabreado le dice:
¡¡¡¡¡¡COJONES, pero se puede saber qué coño te pasa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Nada, cariño. ¡Tu caballo al teléfono!

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