sábado, 24 de noviembre de 2007

Chiste de espias


Llega al aeropuerto de Moscú un espía huyendo del Servicio Secreto Ruso (KGB).

Sintiéndose acorralado y próximo a ser atrapado, ve a una monja que estaba parada en el medio del salón y desesperado le dice:

Hermanita, me permite que me esconda bajo sus hábitos, ya que soy espía y me están por atrapar los de la KGB.

La monja accede y 30 minutos mas tarde, cuando hubo pasado el peligro, el espía sale de debajo de los hábitos y le dice:

- Muchas gracias, hermana. ¡Me ha salvado la vida!

Y además de agradecerle, tengo que pedirle disculpas, porque no pude resistir la tentación y en un momento le besé la pantorrilla.... ¿lo notó usted?

-Si, hijo, lo noté- responde ella.

...y ademas hermana, tampoco pude resistir la tentación y le besé sus muslos.... Se dio cuenta?....

- Si hijo, me di cuenta....

Una pregunta hermanita, que hubiera sucedido si la besaba mas arriba?

- y la monja le contestó:

-Me hubieras besado un huevo, porque yo tambien soy un espia!!!!


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