sábado, 30 de mayo de 2009

A reir con estos chistes




Pequeña confusión

- ¿Mamá, mamá, los plátanos tienen plumas?
- No hijo, ¿Por qué?
- Entonces, me he comido al canario.


Verduras cocidas

- Papi, Papi! ¿Te gustan las verduras cocidas?
- Sí, claro hijo.
- Pues que bueno porque………………..la huerta se está quemando!!!


Pleitos familiares

Un día no muy común de visita, a la casa de la suegra llegó el yerno, entonces la señora le preguntó:
- ¿Y tú,…………qué estás haciendo aquí?
Y él le contestó:
- Es que me peleé con su hija y me mandó p’al infierno.


Dilema

El Sr. Gómez fue a la consulta del doctor a recoger los resultados de los análisis de su mujer y la recepcionista le dice:
- Lo siento muchísimo, Sr. Gómez, pero hemos cometido un lamentable
error y tenemos un grave problema. Cuando enviamos las muestras de
su mujer al laboratorio para proceder a los análisis, se enviaron junto a
las muestras de otra Sra. Gómez, de tal manera que ahora no estamos
seguros cuáles son los resultados de su mujer. Estamos muy
preocupados.....
-¿Pero qué quiere usted decirme?
- Bien, escuche. Una Sra. Gómez dio positivo en el test de Alzheimer y la
otra Sra. Gómez dio positivo en el test de SIDA, pero no sabemos cuál de
ellas es su mujer.
- ¡¡¡Es terrible!!! ¿Y qué se supone que tengo que hacer yo ahora?
- Pues yo le sugiero que abandone a su mujer en el centro de la ciudad y si
ella consigue llegar a su casa.....¡¡¡¡¡¡no se la vaya a comer por ningún
motivo!!!!!!!.

El colmo de la fea

Era una mujer tan fea, tan fea, pero tan fea, que su marido se la llevaba al trabajo para no tener que darle el beso de despedida.


El colmo del cero charro

- ¿Qué le dijo un cero mexicano a otro cero mexicano?
- Pos mira mano:………¡No somos nada!


El tonto del Pueblo
Se cuenta que en una ciudad del interior de Argentina, un grupo de personas se divertían con “el tonto del pueblo”, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y recibiendo limosnas.
Diariamente, algunos hombres llamaban al tontonazo al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de tamaño menor, pero de 1 peso.
Él siempre agarraba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
- Lo sé, no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se me acaba y no voy a ganar nunca más mi moneda.

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:
La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.
La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos tontos de la historia?
La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
La cuarta: (pero la conclusión más interesante)
Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

MORALEJA:
"El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente".

El Teatro de la Vida

Primer Acto:
Una piña entra a un cine sin boleto.
Segundo Acto:
Una piña va a una fiesta sin invitación.
Tercer Acto:
Una piña entra a un circo sin su ticket.
¿Cómo se llamó la obra?
La piña colada.

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