Un hombre le explica a otro sus razones para despedir a la secretaria.
Dos semanas atrás, dice él, fue mi cumpleaños 46, y no me sentí nada bien, cuando me levante en la mañana.
Fuí a desayunar y pensé que quizás mi esposa tendría un regalo para mí.
Pero ella no sólo no lo tenía sino que ni me dijo buenos dias
Yo dije (para mis adentros):"Bueno mi esposa tal vez no recuerde la fecha de mi cumpleaños, pero los niños sí se acuerdan".
Los niños vinieron a desayunar y tampoco me dijeron una palabra, ni trajeron regalos.
Cuando me fuí a la oficina me sentía muy deprimido.
Al entrar a la oficina, Jeanette, mi secretaria me dijo: Buenos dias Jefe y feliz cumpleaños.
Trabajé toda la mañana hasta el mediodía y cerca de las 12:45 Jeanette tocó la puerta de mi oficina, entró y me dijo "¿Sabe? hace un dia precioso afuera, además es su cumpleaños. ¿Por qué no nos vamos a comer algo solos Ud. y yo?"
Yo me dije: "Esta es la cosa más grande que he oído, en toda la mañana".
Nos fuimos a comer a un sitio seguro. a un restaurante bueno y privado.
Comimos, brindamos, reímos y nos divertimos bastante. Al regresar a la oficina, ella me dijo: ¿Sabe? es un dia precioso para quedarnos en la oficina". Yo le dije: "No nos quedemos" y ella insinuó: "vamos entonces a mi departamento y le prepararé unos martinis".
Llegamos a su departamento y disfrutamos de los martinis. Luego de un rato, ella me dijo: "Voy a mi cuarto a cambiarme de ropa y ponerme algo mas cómoda". Yo la dejé encantado.
Ella entró a su cuarto y demoró unos seis o siete minutos en salir, y al hacerlo venía cargada con una gran torta de cumpleaños seguida de mi esposa y de mis cinco hijos y todos cantando el CUMPLEAÑOS FELIZ
Y allí estaba yo, EL HUEV... desnudo en el sofá, sólo con los calcetines puestos.
Historia ejemplar para todos los jefes que se sienten irresistiblres. ja, ja, ja, ja, ja,
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